Posteriormente, ideé bases o soportes para las maquetas, similares a las ya utilizadas en los museos de arte, para ello debía elegir un material que estuviera dentro de la lista escolar, fácil de doblar; pero con un acabado firme.
El material elegido fue la cartulina doble faz, por su textura y gamas de colores; creando así, un mundo mágico.
En la búsqueda de estos materiales escolares visualicé en los estantes de una librería, un texto titulado “Museos y Escuelas: Socios para educar” de Silvia S. Alderoqui (Compiladora). En ese momento supe que, iba en buena dirección. Me dediqué a leer con mucho entusiasmo, el contenido del libro. Debo confesar que, me trasladé a un mundo lleno de aprendizaje, donde los protagonistas eran los niños. Del contenido puedo recordar: la explicación de cómo se desarrollaron las diferentes exhibiciones de los museos, dirigidas a los niños en edad escolar; la colocación de los objetos para las exposiciones; la creación de salas interactivas; entre otros.
Los niños iban acompañados de sus padres, guiados por el personal del museo y educadores. La temática era elegida con anterioridad, con el objetivo de reforzar algún tema en particular. Generalmente, la escuela va al museo y para que esto ocurra, ambas instituciones deben coincidir con sus agendas de planificación educativa o cultural. Para que el visitante pueda apreciar las obras de arte, se debe cuidar cada detalle, y la forma de exhibir de los objetos.
Las escuelas deben tener un espacio donde los alumnos expongan sus trabajos de manera organizada, y así apreciar sus creaciones, sin perder de vista lo creado por ellos.
Los museos reciben muchas visitas escolares guiadas, y sus espacios han servido para mostrar sus talentos e impartir clases de arte. En las escuelas, se les pide a los alumnos realizar láminas y maquetas, con la diferencia que éstas duran muy poco tiempo en exhibición. En cuanto a las muestras de talentos como: la danza, el canto, la declamación y obras de teatro, algunas escuelas utilizan su patio central por no contar con un escenario o auditorio. Sin embargo, no dejan de realizar sus actividades culturales.